jueves, 27 de marzo de 2014

La Resiliencia

"La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede".
Aldoux Huxley


Al cientifico Stephen Hawking, un día la fatalidad le golpeó sin iramientos y quedó postrado en una silla de ruedas para el resto de sus días, pero no se hundió, sino que paradojicamente salió fortalecido del trauma vivido.
Hay personas que son capaces de resistir situaciones extremas y salir fortalecidos de ellas.


¿Cómo enfrenta la gente los eventos difíciles que cambian su vida? ¿Cómo reacciona a eventos traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil, un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas?  Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión. ¿Qué les permite adaptarse? 
Es importante haber desarrollado resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar la adversidad. Ésta se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que compromete a las personas a tomar una serie de pasos.
American Psychological Association
Qué es la resiliencia.


La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. 

Es dinámica, varía a lo largo del tiempo de acuerdo con las circunstancias. Con el desarrollo del individuo o del sistema y con la calidad de estímulos a los que están expuestos. 
 No es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan nuestro estado emocional.
Para nutrirse y fortalecerse requiere del apoyo social y de la disponibilidad de recursos, oportunidades y alternativas de ajuste como factores protectores.
Factores a desarrollar.
Uno de los factores más importantes en la resiliencia es tener relaciones de cariño y apoyo dentro y fuera de la familia. Relaciones que emanan amor y confianza, que proveen modelos a seguir, y que ofrecen estímulos y seguridad, contribuyen a afirmar la resiliencia de la persona.

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1- Autocontrol,  aprender a conocernos, aceptarnos y valorarnos de manera realista y comprensiva que puede estar facilitada por la introspección.
2- Locus de control interno: permite hacerse responsable de lo que nos sucede, sentir que controlamos nuestra vida y actuamos en consecuencia,  no depositas esperanzas sólo en factores externos.
3- Desarrollar una equilibrada autoestima: Autoconfianza, autoimagen positiva/equilibrada (aspectos positivos/negativos) y sentido humor: mirada positiva y estar abiertos a las infinitas posibilidades que se nos abren (pensamiento positivo).
4- Motivos para actuar/vivir: se alimentan de pasiones o vocación. Orientan la energía hacia el talento y el bienestar en  aquello que nos gratifica y sobre lo que tenemos habilidad o dominio. 
5- Flexibilidad: Creatividad para movilizar nuevos tipos de recursos para la solución de problemas,  aceptan el cambio como parte esencial de la propia vida que viven; es decir, de su propia existencia. 
6- Orientación al logro y perseverancia: buscan mejorar sus comportamientos de forma continua, actuando con energía para poder conseguirlos. La energía que dedican a lo consecución de sus objetivos es base del éxito en su consecución.
7- Equilibrio afectivo y relaciones personales positivas: Personas con vínculos afectivos solidos , empatía elevada y manejo adecuado de las relaciones interpersonales que permiten tener redes sociales que proporcionan sentido de pertenencia y ayuda concreta.
DESARROLLO DE LA RESILIENCIA EN NIÑOS  EN SITUACIONES DE ESTRÉS
Parte 1.
Leo Wolmer

Parte 2
Características de los niños Resilientes:

Estos niños suelen responder adecuadamente frente a los problemas cotidianos, son más flexibles y sociables, predominancia de lo racional, buena capacidad de auto-control y autonomía.
En cuanto a lo familiar, no han sufrido separaciones o pérdidas tempranas y han vivido en condiciones económicas y familiares relativamente estables presentando con frecuencia características de personalidad o habilidades entre las que se puede mencionar:

  • Adecuada autoestima y autoeficacia.
  • Mayor capacidad de enfrentar constructivamente la competencia y aprender de los propios errores.
  • Mejores y más eficaces estilos de afrontamiento .
  • Capacidad de recurrir al apoyo de los adultos cuando sea necesario.
  • Actitud orientada al futuro.
  • Optimismo y mayor tendencia a manifestar sentimientos de esperanza.
  • Mayor coeficiente intelectual.
  • Capacidad empática.
  • Accesibilidad y buen sentido del humor.
Estos rasgos y habilidades pueden verse reforzados por la influencia positiva del medio familiar y el apoyo de otros adultos significativos en la vida del niño. Según Loesel (1992) los niños resilientes suelen vivir en un clima educacional abierto y con límites claros; cuentan con modelos sociales que motivan el enfrentamiento constructivo, comparten responsabilidades sociales y se ven estimulados por la existencia de expectativas de logros realistas por parte de los adultos.



Características de los Jóvenes Resilientes:
Muestran también una serie de características que se asocian directamente con la capacidad de afrontar adecuadamente los problemas cotidianos, las cuales se relacionan con el propio desarrollo personal.
  • Adecuado control de emociones en situaciones difíciles o de riesgo, demostrando optimismo y persistencia ante el fracaso.
  • Habilidad para manejar de manera constructiva el dolor, el enojo, la frustración y otros aspectos perturbadores.
  • Capacidad de enfrentar activamente los problemas cotidianos.
  • Capacidad para obtener la atención positiva y el apoyo de los demás, estableciendo amistades duraderas basadas en el cuidado y apoyo mutuo.
  • Competencia en el área social, escolar y cognitiva; lo cual les permite resolver creativamente los problemas.
  • Mayor autonomía y capacidad de auto observación.
  • Gran confianza en una vida futura significativa y positiva, con capacidad de resistir y liberarse de estigmas negativos.
  • Sentido del humor flexibilidad y tolerancia.


Ambientes que Favorecen la Resiliencia:

  • La presencia de adultos accesibles, responsables y atentos a las necesidades de niños y jóvenes. Pueden ser padres, tíos, abuelos, maestros u otras personas que muestren empatía, capacidad de escucha y actitud cálida. Además es importante que expresen su apoyo de manera que favorezca en los niños y jóvenes un sentimiento de seguridad y confianza en sí mismos .
  •  La existencia de expectativas altas y apropiadas a su edad, comunicadas de manera consistente, con claridad y firmeza. que le proporcionan metas significativas, lo fortalezcan y promueven su autonomía, y le ofrezcan oportunidades de desarrollo.
  •  La apertura de oportunidades de participación: los adultos protectores son modelo de competencia social en la solución de problemas, pudiendo proporcionar oportunidades para que los niños y adolescentes participen y en conjunto, aprendan de los errores y contribuyan al bienestar de los otros, como parte de un equipo solidario y participativo.
Greenspan (1996) enumera una serie de condiciones familiares que favorecen el desarrollo de la resiliencia en niños y jóvenes:

  • Dentro del sistema familiar: normas y reglas claras y respeto a las jerarquías.
  • Apoyo entre los miembros de la familia como costumbre
  • Estrategias familiares de afrontamiento y eficacia.
  • Práctica de un estilo de crianza, donde el adecuado uso del tiempo libre, la internalización de valores, al amor y el respeto enmarcan el estilo de vida de los hijos.
  • Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de los hijos.
  • Responsabilidades compartidas en el hogar.
  • Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos.
  • Oportunidades de desarrollo y responsabilidades extrafamiliares (voluntariado, trabajo, estudio, etc)


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4 comentarios:

  1. Lo que estoy aprendiendo contigo, Mar.
    Un besazo.

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  2. Aprendo yo también vocabulario y el concepto de "resiliencia", pues nunca antes lo había oído.
    Siempre he admirado a esas personas que irradian fuerza y se adaptan a todo tipo de contratiempos y sufrimientos. La mayoría de personas creo que nos hundiriamos en la depresión, aunque creo que un mecanismo de defensa hace que cualquiera , ante una gran desgracia , luche y levante cabeza.

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  3. Pero si yo pensé que había escrito mal, resistencia. Como veis yo tampoco había oído nunca esta palabreja. Todos los días se aprende algo nuevo.

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  4. Resitencia..., residencia..., allí acabaremos, si resistimos, y logramos desarrollar la resiliencia.
    Por fortuna esto no es algo exclusivo, es universal, osea que más gente de lo que pensamos lo desarrolla; también es un concepto dinámico, no estático, es decir ahora puedo, en determinadas circunstancias ser una persona resiliente

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